Creativos, polifacéticos, con mucho sentido del humor, amantes de la salsa cubana y del buen comer, así son María y Daniel, una pareja que se conocieron hace 8 años en un rodaje, él es director de arte y María es actriz por lo que, como ellos mismos dicen, “su historia fue de cine”.

María es de Madrid y Daniel es de Cuba por lo que organizaron una boda “cubañola” que tenía que reunir tres puntos importantes, la gastronomía (son amantes de hacer turismo gastronómico), la música (ya que María se ha dedicado 10 años a la música y Daniel toca instrumentos) y la personalización y la gama cromática (Daniel es artista y María trabaja en marketing y eventos por eso todo tenía que tener sentido y estar conectado con ellos).

Como nos comenta María, las fotos y el vídeo son para siempre por eso, el lugar y la decoración tenía que seguir una misma línea estética y lleno de su esencia.

María y Daniel tenían organizado casarse en el 2020 pero, con la llegada de la pandemia, se vieron obligados a cancelar su boda hasta en dos ocasiones. Este año han podido darse el “Sí, quiero” pero, para ellos fue muy duro no poder tener a los padres de Daniel a su lado ya que Cuba tenía muchos problemas políticos y debido a las restricciones, les fue imposible poder viajar a España.

Antes de darse el “Sí, quiero” María y Daniel tuvieron algunos contratiempos ya que, la Finca que habían contratado en un principio, les robó por lo que, tuvieron que buscar otra Finca donde poder celebrar su boda y además tuvieron que cambiar de fecha. Tras este inconveniente, se pusieron a buscar otros espacios y encontraron uno que les enamoró, Finca Lasmargas, una finca situada bajo la sierra de Guadarrama entre Madrid y Segovia, con un antiguo caserío de labranza datado del siglo XVII y rehabilitado para convertirse en el lugar ideal para celebrar, compartir momentos únicos y experiencias inolvidables.

María vivía en Dublín y durante la pandemia, se contagió de Covid por lo que, se tuvo que quedar encerrada sola haciendo la cuarentena, a día de hoy tiene Covid persistente. Además, se quedó sin trabajo y tuvo que venir repatriada pero, no hay nada que pueda con ella por lo que, a día de hoy, va a lanzar su propio marketplace Made in Spain.

Dos meses antes de la boda, el párroco de la Iglesia que habían elegido, les comunicó que no les casaba, “gracias a eso conocimos a nuestro párroco y ha sido nuestra luz en todo este camino lleno de curvas. Dani entre sus papeles descubrió que en Cuba, en su partida de bautismo ponía que era anglicano (todo por la época y motivos políticos). Gracias a eso le dio la confirmación el obispo de Madrid. Fue increíble y estamos muy agradecidos por ello” nos comenta María.

Para su gran día, María se decantó por un vestido de Pronovias acompañado de un velo de María Barragán y lo complementó con unos zapatos a medida de Jorge Larrañaga y un precioso ramo de flores de Floreale.

Su segundo vestido se lo hizo su abuela, ella ha sido modista toda la vida y a María le encanta diseñar. María nos comenta que “el vestido quedó increíble, era muy yo. Me gusta mucho el estilo Hollywood y la raja del vestido me hizo sentirme libre para poder bailar”.

Las invitaciones, detalles y elementos de papelería fueron diseñados por ellos mismos y el mapa pintado e ilustrado por el novio ya que es artista. Lo imprimieron todo en Club Flyer y los menús en tela en Cloud Print.