Laura y Juan Carlos llevaban nueve años juntos por lo que, en el décimo aniversario, Juan Carlos lo había preparado todo para sorprender a Laura y preguntarle si quería casarse con él.
Días antes de su décimo aniversario, Juan Carlos le dijo a Laura que se arreglara, que le iba a llevar a un lugar diferente, ella se olía algo especial ya que era una fecha muy señalada pero nunca se pudo imaginar que tendría aquella magnitud.
Tras arreglarse, Laura entró en el coche con los ojos vendados y Juan Carlos condujo 20 minutos sin que ella supiera a dónde iban, después caminaron de la mano por un camino inestable y cuando llegaron, él la hizo subir por una escalera estrecha de caracol y le indicó que se quedara allí y que se quitara la venda cuando él le avisara.
Él se marchó y a los dos minutos le oyó desde unos metros más abajo, ella se quitó la venda y descubrió que estaba en lo alto de la torre de un maravilloso castillo y, ahí estaba él, arrodillado y pronunciando las palabras mágicas “¿Laura, quieres casarte conmigo?” Laura no podía contener la risa y asombro, y como no podía ser de otra forma, no pudo salir de su boca otra palabra que no fuera “SI”.
Laura y Juan Carlos decidieron que querían casarse en septiembre por lo que, tenían tiempo de sobra para preparar la boda ya que tenían un año y tres meses por delante para poder ir organizando todo al más mínimo detalle y totalmente a su gusto.
El vestido de novia lo eligió Laura con 11 meses de antelación y, aunque su primera idea era empezar a echar un vistazo en diferentes sitios pero sin ninguna esperanza de poder encontrar su vestido, se equivocó y mucho ya que, encontró el vestido de sus sueños en la primera tienda que fue.
La tienda donde se compró el vestido de novia es Santos y Eva, situada en Marbella y el diseñador es Demetrios.
Para Laura, su vestido de novia era el vestido de sus sueños ya que era romántico, elegante y a la vez muy atrevido ya que, el vestido tiene una raja en la pierna izquierda pero, para verlo más pomposo, para la Iglesia se puso un cancán con la raja cerrada y unos zapatos rojos de Lodi.
Después de la cena, antes del baile, Laura se quitó el cancán y se abrió la raja del vestido por lo que, al bajar el volumen del vestido, se tuvo que cambiar los zapatos por unos más altos plateados.
A la hora de elegir a sus cómplices de belleza, Laura lo tenía realmente claro desde el principio, incluso años antes de saber que se casaría ya que, tenía claro que para manicura y pedicura quería contar con su amiga Adriana Quirós de Nail Time situado en Estepona; para maquillaje quería contar con su gran amiga y profesional Yolanda González y para su peinado contó con Desiré, de Desiré Peluquería Unisex, situada en San Pedro de Alcántara.
Para la ceremonia, eligieron la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios en Estepona.
Tras mirar una gran variedad de lugares de celebración, decidieron celebrar su gran día en una villa privada en Guadalmina baja con unas increíbles vistas al mar y rodeado de mucho césped y para el Cátering eligieron Saboga, de Sevilla.
Para la canción de entrada a la cena, eligieron la canción Smack my bitch up ya que es muy cañera y entraron con bengalas de humo de colores y para la canción del baile nupcial fue un mix de varias canciones pero la más destacada fue One Thousands Years.
La persona elegida para captar los momentos tan mágicos que vivieron y disfrutaron fue Jesmadron, de Chiclana.