Patricia y Antonio llevaban diez años de relación de pareja cuando, un puente de diciembre, decidieron que querían dar un paso más en sus vidas y pasar el resto de sus días juntos.

Era diciembre de 2018 y aprovecharon el puente que tenían para realizar un viaje a Oslo, Noruega. Cuando llegaron a la ciudad el día 5 de diciembre, se fueron a dar un paso por el mercadillo navideño con sus puestos de dulces navideños.

El día 6 de diciembre amaneció todo nevado y ellos decidieron salir para conocer y disfrutar de los bonitos rincones que nos ofrece por esta época la ciudad. Para combatir el frío que hacía, se tomaron algún que otro café y probaron la comida típica de la zona.

Al llegar la tarde, decidieron ir a ver la ópera de Oslo a un mirador con vistas a la ciudad. Cuando llegaron al mirador, Patricia quería hacerse una foto con Antonio para tener un recuerdo junto a esas preciosas vistas, a Antonio le pareció muy buena idea por lo que, decidió que él mismo se encargaría de poner el trípode. Mientras lo colocaba, le iba diciendo a Patricia dónde se tenía que situar para que saliera bien la foto pero, lo que ella no sabía en ese instante es que, Antonio no estaba centrando el trípode para una foto si no, que estaba colocándolo para hacer un vídeo de lo que iba a suceder.

Una vez colocado el trípode, Antonio se acerca a Patricia y cuando ella menos se lo espera, se arrodilla con una declaración de amor y pidiéndole la mano. Patricia se quedó sin palabras y por supuesto que su respuesta fue “Sí, quiero”. Este momento lo tendrán de recuerdo toda la vida en el vídeo que hizo Antonio sin que Patricia sospechara nada y un viaje que recordarán siempre con mucho amor y cariño.

Cuando llegaron los preparativos, había quien les decía que iban a discutir por tonterías pero, todo lo contrario, Patricia y Antonio han disfrutado mucho de cada uno de los preparativos, poniéndose de acuerdo en temas como la decoración, flores, lugar de celebración… donde ambos han estado implicados y de acuerdo en todo, siendo flexibles el uno con el otro. Un proceso previo al día de la boda que lo han vivido con mucha felicidad.

La fecha inicial que tenían para celebrar su boda era el 11 de octubre del 2020 pero, por causa de la pandemia, se vieron obligados a posponerla hasta en tres ocasiones, siendo por fin la fecha final el 12 de septiembre del 2021.

Cuando ya tuvieron claro la fecha, se lo confirmaron a todo el mundo, tanto a proveedores como a invitados, afirmando que esa fecha era inamovible y que se casarían ya fuera con 30 invitados o con 200, ya no estaban dispuestos a posponerla más. Como nos comenta Patricia “nosotros nos queremos y queríamos realizar nuestro sueño y ya, nada iba a impedirlo por lo que, finalmente el 12 de septiembre del 2021 se hizo realidad».

Ese día, lo esperaron con muchísimas ganas y con mucha felicidad tras lo que habían pasado, un día que recordarán y que no pueden dejar de pensar que estuvo cargado de emociones, alegría y mucha diversión con toda la gente a la que querían.

Disfrutaron cada momento con un toque especial y valorando todo lo vivido ese día el día después, de lo que habían pasado (un día soleado, toda la familia junta y amigos, se contemplaba felicidad por ellos y en un sitio precioso) no podían pedir más, estaban muy felices.

Patricia comenta que le gustaría teletransportarse a ese día por unas horas y vivirlo de nuevo.