Daniela y Alberto, como muchas parejas prometidas en 2019, estaban entusiasmados por la celebración de su gran día, su boda y es que, el 2020 iba a ser su año, cargado de emociones e ilusión.
La organización de su boda iba genial, todo estaba dentro de los tiempos de contratación, proveedores acorde con lo que necesitaban, ideas claras e invitados avisados pero, llegó marzo y con él llegaron los contratiempos que nadie esperaba. La llegada de la pandemia hizo que un planeta entero se parara y por supuesto, el sector bodas no se podía salvar y era uno de los mayores perjudicados.
Como muchas parejas, Daniela y Alberto tuvieron que aplazar su boda y, no una si no, dos veces y sin idea de si iban a poder celebrarla. La ilusión iba disminuyendo mientras que las restricciones para festejar iban creciendo. Parecía que nunca llegaba el momento de hacerla como ellos querían.
Davinia, Wedding Planner de “Hada Madrina Events” recibió la llamada de Daniela súper agobiada y, por más que intentaba consolarla, no había consuelo para ella, pues desde pequeña soñaba con este gran día.
Alberto lo veía de otra forma, lo importante era que se querían y tenía clarísimo que quería pasar el resto de su vida con ella con o sin restricciones por “el Bicho”. Aún así, no terminaba de conseguir calmarla y fue entonces cuando su abuela Paquita, preocupada, habló con ella y le dijo “tranquila Daniela, precisamente a mi madre le pasó igual que a ti, esto no es la primera vez que ocurre. En 1920 también coleaba una pandemia y había que llevar mascarillas. La gripe española la llamaron. Ellos se casaron y fueron muy muy felices”.
Daniela escuchó muy atentamente a su abuela y fue entonces cuando se calmó y tomó la decisión de seguir adelante con su gran día.
En ese momento, Daniela se puso manos a la obra, llamó a Davinia y le contó su idea. A Davinia le encantó la idea de Daniela por lo que, se pusieron a trabajar. Lo que parecía una catástrofe insalvable era todo un reto. Las ideas que tenía como Wedding Planner ya no parecían tan descabelladas. Era una gran oportunidad de hacer algo totalmente novedoso y acorde a ellos.
Quedaban pocos meses para su nueva fecha y todo tenía que salir genial y, por supuesto dentro de las estrictas medidas de seguridad.
Llegó el gran día, todo estaba preparado para la llegada de los novios a su celebración. Cada rincón, cada detalle, estaba como ellos habían imaginado.
Una decoración y ambientación sensacional. Una espectacular alternativa a la convencional barra libre y un novedoso baile nupcial que dejó boquiabiertos a todos los asistentes. Hasta los invitados se implicaron 100% para que todo fuera tal y como ellos habían deseado. Una boda pequeña pero maravillosa.
Guión, Organización y Dirección: Davinia García
Fotografía: Santiago Martínez
Videografía: Jéssica López
Decoradora: Belén Garrido
Florista: Eva Gómez
Maquilladora: Leticia Gonzalo
Peluquera: Mayka Aracil
Mascarillas: DyD David Lorenzo
Espacio de Rodaje. Clandestino Coffee: Diego Valenzuela
Diseñador Trajes de Novio: Félix Ramiro
Diseñadora de vestidos de novia: Beatriz Sánchez
Espectáculo Monologuista: Manu Baeza
Iluminación: Etiqueta Negra Iluminación
Novio: Daniel Luengo
Novia: Natalia Espinoza
Abuela: Paquita